DOS CONCEPTOS CLAVE PARA SUSTENTAR LA
RESPUESTA
01
La base de la pirámide actual -entre 4.000 y 5.000
millones de pobres en todo el mundo, que viven con menos de $ 2 dol. por día-
puede constituir un gigantesco mercado. "La verdadera promesa del mercado
no está en los pocos ricos del mundo desarrollado, ni en los consumidores de
clase media de los países en desarrollo, sino en los miles de millones de
pobres que comienzan a incorporarse a la economía de mercado". A la
incorporación de los pobres a procesos productivos flexibles e innovativos
deben concurrir tres agentes: los gobiernos locales, la sociedad civil y las
multinacionales. "Cuando los consumidores de la base de la pirámide tengan
la oportunidad de participar y beneficiarse de la posibilidad de elegir
productos y servicios que se ponen a su disposición mediante mecanismos de
mercado, la transformación social y económica puede ser muy rápida". La
propuesta es sencilla pero revolucionaria: "Si dejamos de pensar en los
pobres como víctimas o como una carga pesada, y comenzamos a reconocerlos como
emprendedores flexibles y creativos y como consumidores conscientes de su
importancia, todo un mundo de oportunidad se abrirá! ". El camino actual
de China y de India hacia la prosperidad nos muestra que las naciones pobres
pueden prosperar. [1]
02
En la actualidad existen en el
mundo 60.000 multinacionales, de esas, las diez más grandes superan el PIB de
los 100 países más pobres, mientras que las primeras 200 de la lista provienen
de USA, Japón y la Unión Europea, lo cual reproduce a escala mundial una
cultura basada en los valores occidentales. Por eso, no nos debería extrañar
que las mayorías de estas trasnacionales inviertan en los países desarrollados
del primer mundo o, como mucho en países en vías de desarrollo, tales como:
China, India o Brasil que poseen mayor potencial. En consecuencia, poca
atención se le presta a las carencias de las regiones donde se encuentran los
más de 4.000 millones de seres humanos que se localizan en la base de la pirámide,
o a los “llamados pobres”. El reto actual es forzar la barra para que las
trasnacionales entiendan que deben dejar de imponer los esquemas occidentales y
se incorporen al medio acercándose a lo autóctono, en el caso nuestro a lo
tropical, es decir, utilizar los conocimientos de las personas del lugar y
desarrollar conjuntamente productos y estrategias. Esto no debe ser hecho por
una obligación, por compromiso moral, por altruismo o por responsabilidad
social corporativa, sino porque les será lucrativo, ya que en los mercados del
tercer mundo podrán encontrar las respuestas a muchos de sus males, allí podrán
encontrar un universo de oportunidades tanto para hacer dinero como para contribuir
con un mundo mejor basado en el desarrollo sostenible. No se trata solo de
identificar nuevas tecnologías sino también de nuevos modelos comerciales al
tiempo que cambian las estructuras mentales.
[1]“Fortuna en la Base de la Pirámide: Erradicando la Pobreza a través de
las Ganancias” (“The Fortune at the Bottom of the Pyramid:
Eradicating Poverty through Profits”), C.K. Prahalad (2004)
2 Capitalismo en
la Encrucijada" ("Capitalism at the Crossroads”), Stuart L. Hart
(2005)